No existe una edad especifica ya que cada paciente es diferente, pero se recomienda realizar una visita al Ortodontista mas o menos a los 7 años de edad, o antes si se detecta alguna anomalía evidente para los padres.
La herencia juega un papel muy importante, porque un niño puede heredar la mandíbula muy pequeña o muy grande, lo que produce cambios faciales evidentes y mal posición de los dientes. Podemos heredar también dientes grandes que producen apiñamiento y falta de alineación de los dientes o dientes pequeños que generan espacios entre ellos.
También los factores adquiridos como chupar dedo, morderse la uñas, problemas respiratorios como respirar por la boca o rinitis alérgica, o la pérdida prematura de los dientes de leche pueden generar problemas en el crecimiento de los huesos de la cara y los maxilares, todo esto hace que los dientes no salgan en la posición que debería ser.