Es una enfermedad infecciosa e inflamatoria que destruye los tejidos que rodean los dientes (encías y hueso). Es la mayor causa de perdida de dientes en los adultos, y el sangrado de las encías es un indicador significativo de esta. Produce secuelas irreversibles como perdida ósea o cuellos descubiertos, perdida de dientes, caries radicular y dientes que son malos soportes para prótesis fijas o removibles.
Conocida también como gingivitis, es la inflamación de las encías que se presenta principalmente por el acumulo de placa bacteriana o restos de alimentos a rededor de los dientes. Se presenta con sangrado de las encías y mal aliento. Es reversible porque todavía no hay pérdida de hueso, si no se trata puede llegar a una periodontitis.
Hay varios tratamientos que pueden llamarse limpieza. En las fases iniciales de la enfermedad puede ser tratado con PROFILAXIS. Pero cuando la enfermedad ya está avanzada, puede requerir RASPAJE RADICULAR o ALIZADO RADICULAR.
Los casos más complicados en los que la pérdida de hueso es tan grande, que ocasiona perdida irremediable de una o más piezas dentales, la solución más apropiada son los IMPLANTES DENTALES.
La PERIODONCISTA y el REHABILITADOR ORAL, son los odontólogos especialistas indicados para realizar estos tratamientos.
Debe ser tratado por un odontólogo especializado en PERIODONCIA. Un buen diagnóstico, un plan de tratamiento elaborado con los medios de diagnóstico ideales como Radiografías o Tomografías y los controles periódicos llamado MANTENIMIENTO PERIODONTAL, ayudan a mantener la salud periodontal y a prevenir la perdida de los dientes. Estos controles deben hacérselos también las personas que no han sufrido ENFERMEDAD PERIODONTAL.
Normalmente una persona debe hacerse una o dos fases higiénicas al año para prevenir la enfermedad periodontal. El número de citas y el intervalo entre ellas varían entre paciente y paciente cuando ya se ha presentado la ENFERMEDAD PÈRIODONTAL, pero depende en parte de los hábitos de higiene oral que tenga el paciente. Recuerde: es mejor prevenir que curar. Los controles a tiempo y periódicos con su PERIODONCISTA los agradecerá toda la vida.